martes, 10 de septiembre de 2019

Capitulo 10 - El viejo y mi madre - parte III


Otro día de trabajo había llegado y mi madre caminaba despacio por el mismo 

edificio en el que vivía. No quería pero de la necesidad la obligaba a hacer 

cosas que no quería. Había llegado tan lejos que seria un desperdicio parar en 

este momento. Ademas si no continuaba la sobrina probablemente lograría engañar 

al viejo y quedarse con todo. Eso no podía suceder de ninguna manera. Era solo un 

esfuerzo mas y la herencia sería nuestra. 

Mi madre tenía llave del departamento así que abrió la puerta y encontró al viejo 

sentado. 

"Holaa, buen día" 

" Hola.. Llegas tarde" 

Mi mama miro el teléfono celular y apenas habían pasado tres minutos. Se sabe que 

los ancianos suelen tener mal genio así que no le prestó atención. Lo saludó con 

un beso y le acaricio suavemente la espalda. 
No le prestó mucha atención a lo que decía y fue a hacer sus tareas. Le preparo 

algo para tomar y mientras él desayunaba ella veía su teléfono. 

El viejo miraba de reojo con mala cara. No le gustaba que esté ociosa. 

"Que le pasa? " Penso ella. Que hacia un esfuerzo para que todo sea mas llevadero. 

"vienes a trabajar o a estar con el teléfono?" Le dijo el anciano.

Mama no dijo nada. Fue a buscar la tabla y la plancha para plancharle la ropa. Se 

puso al costado de el mientras el viejo miraba la tv. 

Criticaba cada cosa que veía. se ve que ese día estaba de malas. Pero alzó la 

vista al ver a mi mama de espaldas planchando la ropa. Sus ojos estaban 

explorando toda su anatomía focalizandose en sus grandes y redondas nalgas. 

"Ohh" 

Se sobresaltó al notar que el viejo le estaba metiendo mano. Su pulso temblaba 

pero era bastante brusco. Tocaba sin pudor alguno. 




Mama cerraba los ojos y hacia una expresión de disgusto que él no veía ya que 

estaba de espaldas. 

"Bueno, déjeme planchar tranquila. Después jugamos un poco si quiere" Le dijo con 

una sonrisa.

"No..Quiero ahora"

"Ohh pero" 

" Te acuerdas de nuestro trato no?" 

"Si. Claro que si señor es solo que me parecío muy pronto..yo.."

El viejo se tocaba el bulto sobre su pantalón de jogging. Y la miraba con una 

mirada llena de lujuria. Pasó un instante y ya se había bajado el pantalón y la 

ropa interior dejando ver un miembro ancho y totalmente flácido. 
Esto era muy fuerte para mi madre. Jamas había visto el pene de un viejo pero al 

igual que tantas cosas que había atravesado era un reto nuevo a superar. 

" Ya sabes lo que tienes que hacer"


Mi madre se acercó timidamente y se agacho poniendose de cuclillas frente a él. 

El tenía olor a viejo y su polla olía mal también. Mas aun al agarrarla, menearla 

y tirar del prepucio hacia atrás. 

"vamos chupamela"
Cerró los ojos otra vez y se la metió en la boca. Una boca casi inmaculada. Como 

era de esperar tenía un sabor desagradable y la tenia sucia. Hacía una expresión 

de asco.

" No. Lávese por favor"

" No te pago para que opines sigue" 

Mama seguía mamando como podía. Realmente le daba asco. El viejo la tomaba de la 

cabeza y tiraba para abajo. 

" Chupa, chupa como una puta si quieres tu recompensa. Que te cueste zorra" 

Mi madre continuaba con la mamada. Con asco y odio. Humillada de nuevo. Todo 

parecía terminar siempre igual para ella. Su cabeza Subia y bajaba.

"Si así chupa" Le decía el viejo sometiéndola cruelmente. 

Mama había parado para tomar aliento. Hacía un esfuerzo pero la polla del viejo 

continuaba flácida. No podía lograr una erección y esto le molestaba.

"Pon mas ganas o no tendrás nada"

Mi madre no era una experta chupapollas. Con mucho asco pasaba la lengua por el 

glande para que el viejo pudiese sentir mas pero todo esto era en vano. Continuó 

un rato hasta que se detuvo. 

"Esto no te saldra gratis" Dijo su viejo agarrando su pene y orinando. Un chorro 

comenzó a salir salpicando para todos lados. Entre ellos a aquella pobre mujer 

que se asqueaba cada vez mas.

"AHHH que hace? " 

"Que te cueste." 



Mama se levantó y fue al baño a limpiarse. Salió muy alterada y agarró sus cosas.

" Si te vas esto se termina aquí. Quedas sin nada" 

"viejo hijo de puta" Penso ella muriendo de impotencia. 

El viejo estaba viendo su canal porno de nuevo. 

" Mira estas jovencitas, que bellas. Que tetas. Que culo. No tienen las tetas 

caídas como las tuyas o un culo flacido." 

Mama sentía cada vez mas y mas impotencia. Tomaba un vaso de agua y caminaba 

para los lados para calmarse. 

Lo primero que hizo fue buscar un trapo para limpiar el enchastre. Nunca le 

habían dicho y hecho cosas tan crueles. Hasta la hacían sentir insegura, como 

casi toda mujer. Y a decir verdad su culo no tenía nada de malo.

"Bien que toco este culo flácido como dice"

"Jaja, así es querida. Es lo que tengo a mano."

"... Y esto que es? " Dijo mi madre viendo unas recetas

"La lista de los mandados querida. Ve a comprar por favor".

Algunas cosas eran para medicamentos y se detuvo al leer la palabra viagra.

"Ya sabes para que es eso niña." 

Mama salió de allí consternada y sin decir nada. Cada paso que daba pensaba en lo 

que le depararía. En el pasillo se cruzó con una señora vecina. Uso toda su 

voluntad para esbozar una sonrisa llena de falsedad. Fingiendo que todo iba bien. 

Ya en la farmacia estaba muerta de vergüenza. Sentía las miradas acusadoras de todos cuando pidió el viagra dando la receta al farmacéutico y mirando para otro lado con pudor.

Por suerte ya no faltaba tanto. Prepararía el almuerzo y el viejo dormiría su siesta así ella sería libre de irse. 

Menuda sorpresa tuvo mi madre cuando abrió la puerta y vio al viejo y al encargado del edificio sentado al lado de él. 

" Horacio, que hace aquí" Dijo ella sorprendida. 

Horacio el encargado, era un tipo de unos cuarenta y algo. Relativamente joven pero que parecía bastante descuidado. No le agradaba mucho a ella por ser tan flojo en su trabajo y por las disputas que tuvo con mi padre en su momento. 

"Hola Clarita, así que ayudas al señor"

"Ohh solo lo ayudo con sus quehaceres" Dijo nerviosa sin saber lo que aquel viejo maldito le habría contado.  Mama dejo la bolsa rápidamente en un mueble.

"Querida. ¿Haz traído lo que te pedí?

" Si, le traje sus medicamentos"

"Lo otro" 

"Si"

"Tráelo" 

"Pero.."

"Tráigalo" 

El encargado le echó una mirada furtiva a las nalgas de mi madre al darse vuelta. A decir verdad siempre le había calentado ella. 

"¿Para que quiere esto?"

"¿Para que va a ser?" Dijo entre risas. 

Mama estaba muy tensa. La ponía muy nerviosa la presencia del encargado allí. 

El viejo tomo la pastilla. 

"No va a almorzar"

"No querida, es temprano aun."

"¿Y usted?" Le dijo ella al encargado.

"Estoy en mi hora de descanso." Sinvergüenza pensó ella, nunca trabajaba.

Mama se puso a preparar la comida de todas formas. 

"Clarita. ¿Porque no te pones mas cómoda para hacer tus tareas?"

Esto la puso muy nerviosa. ¿Que estaría planeando el maldito?

"Estoy bien, gracias" Le dijo con una sonrisa. 

"Clara...Desnúdate"

"'¿¿Que dice??" Dijo ella intentando disimular lo mas posible frente al encargado. Su corazón se agitaba de lo nerviosa que estaba. 

"Querida, no te hagas" 

"Si. Mi buen amigo me prometió un espectáculo muy bueno." Dijo el encargado ante la incrédula mirada de mama. 

"No se que dice" 

Mama cerró el grifo del agua y se secó las manos muy tensa. 

"No te sale mentir Clarita. Vamos" 

"Si que estoy ansioso de ver."

"Pues valdrá la pena cada segundo de espera. Veras las tetas de mi empleada."

"SEÑOR! Suficiente!" Dijo mama intentando demostrar autoridad. 

" Te guste o no. Tendrás que hacer lo que yo digo. Y si yo digo que te saques la ropa frente a él lo harás. Si yo digo que salgas desnuda al pasillo lo harás. Y si yo digo que te quiero follar en tu mugroso departamento, en el ascensor o en la azotea también lo harás carajo!."

"Por favor.. Deténgase. Se esta abusando...Es mucho ya."

 "Clari. No seas así. Relájate y disfrutaras. Vamos que se me terminará mi  hora libre." Dijo el encargado. 


"............"



"Uff Clarita. Que tetas!"