Llego el otro día en la semana en el que le tocaba ir y se presento como siempre. Grande fue su sorpresa al abrir la puerta y verlo acompañado.
Estaba Lucrecia. Una sobrina con la que casi no había tenido contacto en su vida. Llegando oportunamente casi al final de su vida. Quien sabe para que.
"Ah hola."
"Hola. Tu debes ser Clara. Mi tío me ha hablado mucho de ti. "
"Oh si. Soy clara." Mama estaba sorprendida. No sabia que el viejo tenia una sobrina. Era una mujer madura pero mas joven que mi madre y se mantenía bien.
"Después de que limpies bien todo. Incluido el baño puedes lavar la ropa también. Si no te molesta claro."
"Si.." Dijo mama. Vaya manera de presentarse. Esa sobrina ya le había caído mal.
"A partir de hoy yo ayudare a mi tío y administrare su dinero. ¿No es así tío?"
"Si." Dijo el viejo casi obligado.
"Bueno. Debo irme."
"Adiós tío. Adiós Clara." Mostraba cierta conducta despectiva hacia mi madre. Esa perra le hacía acordar a su anterior jefa Lucia.
Cuando cerro la puerta mi madre se le acerco a el y le dijo:
"No sabia que tenia una sobrina. Dijo que no tenia a nadie."
"Bueno yo.."
"No esta obligado a esto si no quiere. Discúlpeme pero esta mujer no parece ser bien intencionada."
"Lo se. ¿Pero que puedo hacer?."
Mama terminó esa jornada y las cosas parecían ir cada vez peor. Lucrecia le redujo los días de trabajo y escatimaba en pagarle. Mi madre cada vez tenia peor humor. La sobrina tenia mal influenciado al viejo y lo dominaba.
"Jorge. No quiero decirle que hacer. Pero usted esta lo suficientemente grande para decidir por su cuenta que quiere hacer. Y esa mujer me esta cansando ya."
"Lo se Clara. Discúlpame por todo esto. Tienes razón. Es mi casa y debo mandar yo."
"Así se hablar señor."
"Se debe cumplir mi voluntad y mis deseos."
"si". Dijo con énfasis mama.
"Y hay algo que estuve deseando últimamente y solo espero que la vida me lo de antes de irme."
"¿Que es?".
"Pues."
"Diga hombre. Que me voy a morir yo de la intriga."
"Tráeme la caja que esta en la parte de atrás del ropero. Esta un tanto escondida. Detrás de los sacos."
"Ok. Ya vuelvo."
"Mi madre estuvo revisando hasta que dio con ello. Se lo alcanzo y se lo dio en la mano."
"Mi sobrina ahora maneja mis ingresos. Mi cuenta bancaria. Pero aun tengo esto.
Abrió la caja y dejo ver dolares."
"vaya!"
"Si. Mira querida. Lo que te voy a ofrecer no es para cualquiera y entiendo perfectamente si no quieres e incluso si no quieres volver mas."
Suspiro y continuó hablando.
"Te propongo parte de este dinero si haces algunas cosas que yo quiero."
"¿Como que?."
"Se que te vendría bien el dinero y no quiero que esto quede en manos de aquella víbora."
"Mm y que desea hacer con eso? Que le compre algo?."
"Nono. Podrías empezar a desnudarte por favor?"
"¿Que??
"Es lo que quiero clara. sabes que soy un viejo pajillero. Y te diste cuenta como te mire ese día que estabas ligera de ropa por el calor y esa otra vez que te quitaste casi todo para alegrarme el día. Se que lo entenderás y me darás una alegría mas."
"Bueno yo.. Nose . No me gusta la idea."
"Lo entiendo. Bueno." Dijo con decepción.
"Pero. Tal vez solo por esta vez podría ser. Porque no?." Estaba dispuesta a todo. Tenia que ganárselo sino su sobrina se apoderaría de el y ella volvería a estar peor que antes.
"¿En serio?."
"Si."
Jorge tomo unos dolares y se los dio.
Esos billetes eran la puerta a la solución de muchas cosas.
Ese día mi madre vestía unos zapatos con tacón bajo. una falda y una camiseta.
Se acercó a la ventana y esta vez la salude pero no me vio. Cerro las cortinas y se puso frente al viejo. Este prendió la tv y sintonizo el canal hot para adultos para entrar en tono.
Mi madre miró al televisor y luego lo vio a el.
Subio su camiseta y se desprendió de ella tirándola a un costado. Otra vez el podía ver esos pechos solo cubiertos por el brasier. Luego puso sus dedos alrededor de la falda y se la bajó. Estaba en ropa interior pero esta vez iría mas lejos. No podía creer lo que estaba haciendo pero había llegado lejos para detenerse ahora. Era una mujer ambiciosa y cuando se mentalizaba tenia determinación.
El corazón del viejo se aceleraba. Esperaba que no le diese un infarto. Pero latía fuerte cuando vio como ese brasier se rendía y no oponía mas resistencia para liberar dos tetas que se bamboleaban en libertad. Dejando ver sus pezones.
Estaba mudo frente aquellos pechos. Se relamía mientras veía como mi madre ahora le daba la espalda. Lentamente se iba inclinando como si se tratase de una striper para luego de a poco bajarse las bragas. Dejando ver esas nalgas y su raja.
"Ohh si!" exclamaba jorge entusiasmado.
Mama se da la vuelta para mostrarse completamente desnuda frente a el.
"¿Asi le gusta?"
"Si. Si! así estarás a partir de hoy querida. Y mas de esto sera tuyo."
"Si? sera mio Jorgito?"
"Si!"
Mama se movió un poco y dijo:
"A trabajar entonces."
Agarro la escoba y se puso a hacer sus tareas. Era un espectáculo verla. El se deleitaba. No perdía ni un solo detalle. Veía sus carnes como se movían de un lado para el otro. Ella se inclinaba a propósito. Mostrandole las tetas y el culo cuando se daba vuelta.
"Oh si clarita". Decia encantado el.
"¿No va a ver su canal porno?"
"Nono. Si veo algo mejor en vivo ahora jeje."
Entonces lo apago porque no me gusta.
"Haz lo que desees mi reina."
Mama continuo limpiando hasta que terminó. Le preparó un te a su empleador y luego se despidió dándole un beso en la mejilla.
El no veía la hora de que regresase. No podía dormir pensando en como cosas harían. Por supuesto se la jalo como un mandril hasta llegar a la cima del placer onanista.
Continuará