Dany había cumplido
con su objetivo y tenia las bragas de mi madre como souvenir.
Había recuperado
su posición en su grupo de amigos, los cuales querían follársela también.
Mi
madre, por su parte, había sido penetrada por el niñato y no podía vernos a los
ojos. Todo había sido por el dinero, el cual parecía haberse esfumado. Tantas
cosas confundían su mente y su única entrada de dinero además de las horas que
le pagaba la señora Lucia era el acuerdo con Dany.
El mocoso ya no tenía
inhibiciones y le pagaba la hora por hacer sus fantasías y morbos realidad.
Como tenía un costado sádico serian un par de cosas las que le haría hacer.
Ella dijo que estaba bien mientras no sacase fotos.
Y así fue como un día
hizo que se baje los pantalones y las bragas para jugar con la aspiradora en su
coño. Era divertido para el ver como ella se estremecía y se retorcía. Tantas
veces ella lo había molestado pasando la
aspiradora y haciendo ruido cuando el jugaba a sus videojuegos que esto era
algo justo para el.
En otra oportunidad
la agarro cuando estaba barriendo en la cocina y se entretuvo un rato jugando
con el palo de la escoba y su concha.
Veía porno y se
tocaba estando ella trabajando en la casa. En una oportunidad limpiaba el
cuarto y el estaba viendo sin pudor un video que le habían pasado, tocándose
por arriba del pantalón. Claro que
cuando acababa y manchaba el piso no limpiaba, esperando que ella lo hiciese.
Estando su madre
presente se quejó por las frutas que había comprado mi madre, diciendo que las
bananas estaban pasadas. Ella le dio explicaciones a la señora Lucia, que fiel
a la costumbre de la gente con dinero era muy avara.
"No señora, si están bien".
"No se pueden comer".
Dijo Daniel.
"Como puede ser? No las
voy a tirar". Dijo Lucia creyendo ciegamente en su hijo sin ver si era cierto.
"No, si están bien".
"Pues cometelas tu!"
A ver Clarita proba y
fíjate. Dijo Lucia sin la malicia de su hijo, que pensaba algo en doble
sentido. Se tuvo que comer una banana grandota para probar su saber y demostrar que no estaba pasada.
Pero sin dudas la
peor vejación fue cuando una tarde mi madre estaba limpiando el suelo. El se
acercó despacio, como un depredador a una gacela, e hizo su fechoría. Le levantó la falda, bajo las bragas y se la
metió, sentía como el pedazo de carne estaba entrando por su cavidad. Ella se
resistió en un principio pero el tiro un par de billetes y luego ella dejo de
oponer resistencia. La bombeó durante 10 minutos aproximadamente hasta que
acabo. Claro que ella tuvo que limpiar toda la corrida que estaba ensuciando el
suelo.
Fue otro sacrificio
pero valió la pena porque ella ya estaba a punto de ahorrar el dinero necesario
para pagar la deuda del alquiler y eso la hacia sentir bien.
Pero a veces, en el
afán de conseguir el objetivo se cometen errores. Solo una vez mas y ya tendría el dinero de la
deuda. Mi madre mordió el anzuelo.. O la polla.
Mi madre acababa de
llegar a su lugar de trabajo, Lucía estaba por ir a su trabajo y Dany estaba desayunando. Por alguna razón se levantaba temprano los días que iba mi
madre. Lucía saludó y se marchó. Ahora quedaban ellos dos solos de nuevo.
Hubo un cruce de
miradas, al principio incomodo para mamá, porque sabia que intensiones había
detrás.
Habían pasado un par
de minutos y el estaba sentado en el sillón del living room. Había conectado la
consola en la tv que había en aquella sala. Se lo veía muy cómodo y en su cara
denotaba satisfacción y ..Placer. No era para menos porque de rodillas mi
madre chupándole la polla.
El jugaba online. Bah, eso era lo que ella pensaba. El
estaba emitiendo en directo a través de una cámara. Todos podían ver la mamada
que ella le estaba dando.
Ella no entendía de eso así que lo ignoraba y solo mamaba.
Ohh eres genial Dany, eres mi ídolo. Decían sus compañeros.
Si!, mira como chupa
esa perra.
Que buena esta tu
puta!
Yo también quiero una mamada. Prestame la vieja puta.
De pronto se escucha el ruido de la puerta que se abre.
¡QUE ESTA SUCEDIENDO???!! Grita Lucia alarmada.