lunes, 30 de abril de 2018

capitulo 8.2: La venganza de mi madre



Como dije antes, ella estaba buscando un empleo. Necesitaba el dinero.

Mas aun por lo que pasaría luego, mi madre descubriría una infidelidad de mi padre. No era solo eso, sino que tenía un hijo con otra mujer. A la que seguía frecuentando, manteniéndola.
Quizas esta era una de las causas de la escases de dinero.  Luego del desenlace obvio que tendría esa situación mama decidió tomar venganza.  Sentía mucha rabia.  Para ella la venganza era un plato que se come caliente. 

Si bien no tenía mucho dinero, encontró una oferta de un conjunto, con portaligas y medias.  Lo iba a necesitar para su cometido.

Una tarde de lluvia se presentó en la ferretería que tenía mi padre, ella iba con un piloto largo. No había clientes, razón por el cual el comercio no generaba ganancia.  Esto era perfecto para su plan. Allí estaban Hugo, un empleado de muchos años, de edad similar a la de mi padre y Jose, un muchacho nuevo apenas mayor de edad que estaba de ayudante. Cabe aclarar que también tenía deuda con ellos,  así que el humor no era el mejor.

Sin que lleguen a decir una palabra mama se sacó el piloto de lluvia. Dejando a la vista su conjunto, sus medias y su portaligas.

Quería vengarse de mi padre, humillándolo, follándose a sus empleados.  Y vaya que lo logro, fueron a la parte de atrás, del depósito y follaron como animales en celo. Para ellos era una gran satisfacción follarse a la ex mujer de su jefe y para ella lo era porque disfrutaba follar y el morbo de hacerle daño la calentaba mucho. 

El muchacho se la follo con gran vigor, Hugo siempre le tuvo ganas y por fin se le daba hoy.  Le dieron verga hasta que los hizo acabar a ambos. Ella insaciable quería mas, estaba como hembra en celo. Así que llamaron a Gustavo, un empleado que mi padre había despedido y le debía dinero también. Con gusto acudió al lugar y la taladró sin piedad.

Todos habían disfrutado, pero eso solo haría que los hombres terminen con una sonrisa. Asi que les dijo que tomen una foto de recuerdo, ellos y mi madre en el medio, vestida con el conjuntito, el portaligas y las medias.  Para que le digan a el que ella los había ido a visitar.