miércoles, 20 de junio de 2018

Capitulo 9: El nuevo empleo de mi madre



Ahora que mama era la madre de familia del hogar se puso a buscar trabajo. No había muchas ofertas que se adecuen a su experiencia y estudios. Pero por medio de gente conocida le comentaron que necesitaban una persona para que trabaje de empleada doméstica, ocupándose de la limpieza entre otras cosas.  No era lo ideal pero todo servía así que fue hacia aquel domicilio.



Era un barrio elegante, parecía una familia bien posicionada económicamente. Si bien era cierto, luego descubrió que aparentaban más de lo que eran en realidad porque le pagarían poco la hora, regateando el precio. 

Allí mi madre hablo con la dueña, una mujer profesional que trabajaba casi todo el día. Le explicó las tareas, acordaron y ella empezaría a trabajar al día siguiente.

La dueña de casa, Lucía, la recibió.  Le dió un par de instrucciones y se fue porque tenía que ir al trabajo. Mama había quedado solo en casa con Daniel, el hijo de aquella mujer.  Al principio le caía bien, pero había resultado ser un mocoso malcriado y arrogante. No perdió detalle de mama, sin duda era mas atractiva que la anterior empleada doméstica. Seguramente haría una de sus maldades, y en un momento cuando ella no se dio cuenta el volcó el contenido de su vaso en el suelo para que ella lo limpie luego. Mama pensaba que había limpiado todo, sin más remedio con un trapo se agacho y se puso a fregar.  Arrodillada en el suelo, con el trapo. Daniel la podía ver bien desde su habitación, veía el escote de mama y se deleitaba. Recorría con la vista sus piernas,  Ella, que seguía limpiando el líquido derramado, ahora le estaba mostrando el culo. Sin intención claro, no sabía que la estaba espiando.  No solo espiando, sino que la grabo con su teléfono. Le mando el video a un grupo de amigos.




“Mi nueva empleada” decía el msje.
“wow, que buena esta” contestaba otro, “que puta, como me la follaría”. Cabe decir que eran jóvenes con las hormonas  bastante alteradas.


Mi madre lo calentaba y puso a reproducir el video de nuevo. Se acostó en su cama y empezó a hacer su ritual onanista de  todos los días. Su mano subía y bajaba de su polla pájeandose en  honor a mi madre.

Esas tetas, ese culo. Se imaginaba follándosela.  Tal era el gozo y el trance que no se dio cuenta que mi madre había tocado la puerta de su habitación.


-Oh, perdón! Dijo muy avergonzada, viendo al chico que se masturbaba como un mandril. La miro sin dejar de hacerlo. Ella cerró la puerta totalmente consternada.  El acabo eyaculando mucha leche. Mama quería sacarse de la mente esa imagen, la del chico masturbándose. Fue a la cocina y tomo un vaso con agua, tratando de relajarse. Bueno, sería normal a su edad, que se masturbe mucho se decía intentó calmase a sí misma. Así transcurrió esa jornada, hasta que llego Lucía. 

-Hola Clara, como has estado? Como se ha portado Dani?

-Bien bien… Solo dijo Mama, pensando en lo que había pasado. Claudia le abono el dia de trabajo y mama se fue.

Era poco dinero, todo sumaba pero no alcanzaba, por lo cual la angustiaba un poco esta  nueva situación.

Lucía le envió un mensaje pidiéndole ir en un par de días, le avisaba que ella saldría mas temprano a trabajar por lo cual Dani le abriría la puerta.  También le dijo que le dejaba el dinero a él por si no llegaba a tiempo.

Esa mañana mamá tocó timbre en el departamento y Daniel bajó a abrirle la puerta. Se notó una cierta tensión, pero mamá intentaba ser amigable para que no sea un momento incomodo.  La hizo pasar sin perder detalle de su culo. Le encantaba tener como empleada domestica a mi madre.  Ella llevaba un vestido floreado para trabajar cómoda. Estuvo haciendo sus tareas y luego se puso a planchar ropa mientras Daniel jugaba a la consola sentado en el living.  Le sacaba conversación, le gustaba saber que tenia hijos mas grandes que el.  Mientras le conversaba se imaginaba a mi madre dándole placer oral y corriéndose en su cara. Una fantasía propia de un chico que piensa todo el día en sexo.
Le llega un mensaje de un grupo de whatsapp diciéndole.

"Y?? ya te la haz follado?"

"Si, claro". Responde mintiendo el.

"No te creo, queremos ver pruebas".

"Si, queremos fotos de esa puta".

Todo esto generaba mas presión en Daniel, que deseaba follarse a mi madre, no solo para satisfacer su deseo sino para quedar bien frente a sus amigos.  Tenía que idear una estrategia.
Llego la hora de irse, y mamá se acerco a la habitación de Daniel, que estaba descansando de no hacer nada. Precavida toco la puerta antes de entrar.

-Daniel, me debo ir. Tu mama me dijo que dejo el dinero del día de hoy.

-Ah si, ya va.

El agarró el dinero que estaba en una mesa. Era menos de lo que gastaba su madre en uno de sus caprichos que le compraba.

-Esto es? Dijo extrañado.

-Si, exacto. Dijo ella. 

Toma, dijo entregándole el dinero a mama, que recibía dinero de casi un niño.

 -Gracias.


 Le bajo a abrir, en su mente pensaba, que era poco dinero, él tenia guardado mucho. Eso era algo que gastaba regularmente. La dejo pasar y subir al ascensor así podría espiar su culo.

Mama se despidió de el cuando le abrió la puerta de entrada. Le empezaba a agradar aquel chico. El por su parte ideaba una estrategia para follársela, el dinero seria la clave. 

Ella pensaba que había pasado la tarde trabajando por ese dinero, que realmente no era mucho.  De a poco se iba frustrando.

Daniel volvió a su cuarto a pajearse pensando en mama, viendo las fotos que le había tomado. 


No tardó mucho en correrse y largar chorros de leche. 

-Ohhh si Clara si!. Jadeaba envuelto en sus fantasias de poseer a mi madre. 

Para ese entonces mamá estaba en un bus lleno de gente emprendiendo la vuelta a casa, tenia un viaje de poco mas de una hora. 

Daniel estaba tan caliente que se la jaló un rato mas, aprovechando la ausencia de su madre. Estuvo masturbándose hasta terminar la tarde, esta vez disfruto aún mas. Se la imaginaba agachada limpiando el piso, ella se la mamaba y él la penetraba en cuatro patas. Acabó nuevamente y se fue a dar una ducha justo cuando escucho a su madre llegar a casa. 




lunes, 30 de abril de 2018

capitulo 8.2: La venganza de mi madre



Como dije antes, ella estaba buscando un empleo. Necesitaba el dinero.

Mas aun por lo que pasaría luego, mi madre descubriría una infidelidad de mi padre. No era solo eso, sino que tenía un hijo con otra mujer. A la que seguía frecuentando, manteniéndola.
Quizas esta era una de las causas de la escases de dinero.  Luego del desenlace obvio que tendría esa situación mama decidió tomar venganza.  Sentía mucha rabia.  Para ella la venganza era un plato que se come caliente. 

Si bien no tenía mucho dinero, encontró una oferta de un conjunto, con portaligas y medias.  Lo iba a necesitar para su cometido.

Una tarde de lluvia se presentó en la ferretería que tenía mi padre, ella iba con un piloto largo. No había clientes, razón por el cual el comercio no generaba ganancia.  Esto era perfecto para su plan. Allí estaban Hugo, un empleado de muchos años, de edad similar a la de mi padre y Jose, un muchacho nuevo apenas mayor de edad que estaba de ayudante. Cabe aclarar que también tenía deuda con ellos,  así que el humor no era el mejor.

Sin que lleguen a decir una palabra mama se sacó el piloto de lluvia. Dejando a la vista su conjunto, sus medias y su portaligas.

Quería vengarse de mi padre, humillándolo, follándose a sus empleados.  Y vaya que lo logro, fueron a la parte de atrás, del depósito y follaron como animales en celo. Para ellos era una gran satisfacción follarse a la ex mujer de su jefe y para ella lo era porque disfrutaba follar y el morbo de hacerle daño la calentaba mucho. 

El muchacho se la follo con gran vigor, Hugo siempre le tuvo ganas y por fin se le daba hoy.  Le dieron verga hasta que los hizo acabar a ambos. Ella insaciable quería mas, estaba como hembra en celo. Así que llamaron a Gustavo, un empleado que mi padre había despedido y le debía dinero también. Con gusto acudió al lugar y la taladró sin piedad.

Todos habían disfrutado, pero eso solo haría que los hombres terminen con una sonrisa. Asi que les dijo que tomen una foto de recuerdo, ellos y mi madre en el medio, vestida con el conjuntito, el portaligas y las medias.  Para que le digan a el que ella los había ido a visitar.




miércoles, 14 de marzo de 2018

Capitulo 8: Mi madre persuade al casero.



La relación de mis padres estaba cada vez peor, luego de la humillación de los albañiles mi madre no quería saber más nada con él. No podía decir lo que había pasado, lo cual le daba más impotencia. Pero se había dado cuenta de alguna manera que no necesitaba de él, que era una mujer fuerte y que ella podría llevar la familia adelante sola.  Aunque había un gran impedimento, ella no tenía trabajo.  Así que por el momento siguieron juntos, como hacen tantas otras parejas.

Una de las gotas, pero no la que rebalsaría el vaso fue el problema con el pago del alquiler. Había problemas económicos en casa y aún no habían podido pagar el alquiler. Esto no era nada nuevo, hacía meses que venía así la situación, arrastraban una deuda.  Mi padre ignoraba las llamadas del casero.

Un día alguien toco la puerta, era aquel tipo. Bastante molesto, mi madre como siempre dio la cara.
El casero odiaba a mi padre, habían tenido varias discusiones, pero no se encontraba en el departamento. Por lo cual se descargó con mi madre.

-Por favor no grite señor, no quiere pasar y lo hablamos? Dijo ella.

El entro al departamento y se sentó.  Era un viejo medio pelado, con cara de enfadado.

Al rato volvió mi madre con una taza de café.

-Gracias, dijo él. Sin dejar de estar molesto. Tomo la palabra anticipándose a mi madre:

-Mire, debe ya un par de meses de alquiler, según la ley yo los puedo dejar en la calle. Lo siento mucho pero ya me canse.

-Oh no señor, no haga eso.

-Si no me pagan estoy en mi derecho.

Ella sabía que dependía de ella. Tenía que persuadirlo, en su nuevo rol ella debería tomar las riendas de la situación.

Trato ablandar su corazón, el cual no existía.  Pero alguna manera encontraría. Después de intentar en vano convencerlo con palabras opto por otra manera.

Ella se había percatado que el viejo había visto disimuladamente el escote en varias oportunidades.  Ella llevaba un vestido y como estaba en la casa no llevaba sujetador, por lo cual se le marcaban los pezones.

Ella estaba sentada frente a él, lo miraba fijo. Dejó caer sus zapatos, quedando descalza.  Luego apoyó uno de sus pies en la silla donde estaba el hombre, subiendo lentamente hasta tocar su entrepierna.  El tipo casi tira el café.  Lo frotaba, suavemente con sus piecitos,  hasta llega a su bulto. Sentía como lentamente algo se iba ponía duro.  





-Quizás podamos llegar a un acuerdo. Decía con voz seductora.

-Ahh, señora.

-Shh no levante la voz que están mis hijos en su habitación.

La polla se ponía completamente dura.

-Te gusta eso no?  A esta altura el hombre ya se había sacado la polla del pantalón.  No era grande, más bien era pequeña.  Mama le acariciaba las bolas con la planta del pie, suave, despacio. Con el otro le toco el glande y tiraba de la piel para atrás.  Ella nunca había hecho algo así, pero lo hacía bien.  El viejo estaba gozando de aquello.

Ella llevo su mano a su pecho y le mostró una teta. Que colgaba fuera del vestido, para estimularlo más. Con los dos pies pajeaba despacio al viejo.

-Nos vas a perdonar la deuda?

-Ahh , veremos. Quizás.  Decía jadeando. Ella se detuvo.

-Sigue por favor.

-Si quieres que continúe, cierra el trato.

Bueno bueno, lo hablaremos, quizás pueda perdonar algo de deuda y darles más tiempo. Pero por favor sigue.



Mama con una sonrisa llevo de nuevo los pies hacia los genitales de aquel hombre y continúo masturbándolo.  Se bajó el vestido dejando a la vista sus tetas, para deleite del hombre que gozaba mucho. A ella le gustaba sentir el poder por primera vez, aunque estaba haciéndolo para sacar provecho,  al menos no era chantajeada.

Sus pies continuaron masturbando la polla, hasta que el no aguanto más y largo un chorro de leche. Que salpicó hasta el mantel de la mesa.

-Mmm. Decía mama mientras el viejo jadeaba extasiado.  Ella recorría todo el pene con sus pies, le frotaba las bolas haciéndolo gozar más aún.  Mama estaba con cara de satisfacción, se subió el vestido y puso el mantel que estaba salpicado de semen a lavar. Mientras tanto el tipo una vez que recobro el aliento fue a higienizarse al baño. 

Al salir y dirigirse a la puerta mama le dijo:
-Recuerda nuestro trato, frotándole el paquete con la mano.
Lo despidió y el viejo se fue, contento. Al menos había tenido algo y si mama no llegaba a pagar se la follaria. Lo cual era un gran consuelo.
Ella, por su parte estaba a la búsqueda de un empleo. Necesitaba el dinero.

sábado, 13 de enero de 2018

Capitulo 7: Los albañiles se follaron a mi madre.

Con ustedes un nuevo relato, en esta ocasión mi madre se queda sola en casa con tres toscos albañiles haciendo arreglos. Aquello no podía terminar bien.

La casa se caía a pedazos, no literalmente. Pero hacía falta varias refacciones, y debido a la insistencia y quejas de mi madre mi padre no tuvo más remedio que buscar gente para que haga el trabajo. Como era de esperar no estaba dispuesto a pagar demasiado así que consiguió gente acorde a su presupuesto. 

Consiguió tres albañiles que harían el trabajo, se presentaron esa mañana frente a tu padre y tu madre. 

Eran gente de origen humilde, Rubén era el mayor y por decirlo así el líder, Aníbal era más alto y más ancho, con un poco de barriga y Luis era el más joven, delgado y un poco musculoso. 

Mi padre les explicaba el trabajo que había que realizar, mientras que disimuladamente miraban a mama. Hablaron un rato más sobre lo que había que hacer y mi padre se marchó quedando mi madre sola en casa con esos tres hombres.

 Mi madre estaba un poco nerviosa por estar sola con aquellos hombres, pero no la molestaron. Ellos se fueron a la habitación y se pusieron a trabajar, mi madre se quedó viendo la televisión tranquila. Luego de un rato Luis, el más joven se acercó y le pidió a mi madre algo para tomar. Ella amablemente le sirvió un poco de agua, el bebía mientras miraba a mama con una mirada lasciva. Termino de tomar, agradeció y volvió a trabajar, mientras que ella volvió a la sala. 



Pasaron unas horas, esos hombres de verdad trabajaban duro y mi madre hospitalaria como siempre decidió ofrecerles algo de beber a los demás.
Se acercó con una bandeja con tres vasos con agua.

- Permiso, aquí tienen, beban algo. Deben tener sed de estar trabajando tanto. Dijo ella para romper un poco el hielo.

- Gracias señora, dijo Aníbal.

- Gracias señora, ojala mi mujer fuese tan amable y me sirviera. Dijo Rubén.

- sí, gracias señora, ojala mi mujer fuese tan guapa como usted. Le dijo Luis.



 - Oh de nada chicos, dijo mama un poco sonrojada por lo que dijo Luis. Agarro los vasos, los puso en la bandeja se dio media vuelta y se fue.  El muchacho aprovecho y le dio una ojeada a su culo.

Poco a poco fue agarrando confianza, no parecían mala gente. Y se mostraban agradecidos por la amabilidad de mi madre, se ve que en otros lados no los trataban así. Pero como dice el refrán "les das un dedo y te muerden la mano".


Mama había salido a hacer unas compras, al cerrar la puerta se acordó que se había olvidado la cartera. Por lo cual volvió a entrar, ellos solo escucharon el ruido de la puerta al cerrarse. Pensaron que estaban solos así que se pusieron a hablar más desinhibidamente.  Escuchaba unas carcajadas, esto le llamó la atención y se acercó despacio, para escuchar mejor de que estaban hablando.  Hubiese sido mejor no haber regresado, lo que escuchó la paralizo.


Que buen culo que tiene.

-Y esas tetitas no se deben quedar atrás.

-Como me gustaría follarmela, de seguro necesita verga. Dijo Luis mientras metía mano en el placard de mama.

-Miren esto! dijo maliciosamente mostrando unas bragas de mama. Se las llevaba a la cara y las olía.

-Que bien huelen las bragas de una mujer fina. Decía mientras los demás se reían.

Mama horrorizada retrocedió despacio, en silencio y se marchó. no podía dejar de pensar en lo que había escuchado, lo desagradable que era para ella saber que se la querían follar.

Intento tardar lo más posible, una vez que estuvo un poco más calmada regresó a la casa.

Intento fingir lo más posible y hacer de cuenta de que no había escuchado nada.

Así siguió el resto de la jornada hasta que los hombres se fueron para volver al día siguiente.

Por la mañana fue algo similar al día anterior, mi padre le dijo a mi madre que les ofrezca algo para tomar a aquellos hombres, que les prepare un café. 
Mi padre se hacia el simpático con esos tipos mientras mi madre les servía el café.

-Gracias Clara. Dijo Luis, llamándola por su nombre,

Más tarde mi padre se fue y ellos se pusieron a trabajar, ella solo quería que se largasen de una vez. Estaba tensa pero trataba de disimularlo.

Paso la mañana y llego el mediodía, mama no tuvo más remedio que cocinarles algo para almorzar. Ellos se tomaron demasiadas libertades y compraron unas cervezas, estaban sentados en la mesa, mirando la televisión mientras mi madre servía la comida.

-Clarita, trae una cerveza- decía Luis.

Estaban abusando de la confianza dada.

-Clarita, gracias eres una mujere increible. Ya sienta ese culo y come.

Luis abrio una cerveza y dijo.

-En que se parece una mujer a una cerveza?

Mama ingenuamente dijo que no sabía.

-En que solo sirven una vez abiertas.

-jajajaj, rieron todos, menos mama.

-Tengo otro, dijo Anibal - Por que las mujeres tienen cuatro labios? Los dos de arriba para decir tonterías y los dos de abajo para arreglarlas.

Todos estallaban de risa, mientras comían y tomaban. Mi madre estaba cada vez más incomoda.

Una vez que terminaron mama tuvo que limpiar todo mientras ellos siguieron con el trabajo.
Al menos ya faltaba poco y sería la última vez. Transcurrieron un par de horas más y habían terminado con el trabajo.
Ella estaba aliviada de que había terminado.


-Bueno chicos muchas gracias hablen con mi marido sobre el pago. Dijo con una sonrisa falsa mientras les abría la puerta.

Anibal tenía un semblante serio.

-No señora, nos pagan hoy. Decía mientras cerraba la puerta. 

-Pero yo no manejo el dinero, no se qué acordaron con mi marido.

-Bueno, no nos vamos hasta que nos paguen. Dijo en tono amenazante.

Mama nerviosa llamo a mi padre, mientras los tres se habían sentado en un sillón esperando.

Mama se fue a la cocina a llamar a mi padre al móvil, se escuchó una pequeña discusión, lo cualue no podía ser nada bueno.

Mama volvio alterada, y dijo con voz quebrada que no tenía dinero para pagarles. Que mi padre no había cobrado el dinero, que quizás mañana les pagarían.

Los tres la miraron serio.

 - Me parece que no nos estamos entendiendo, yo contaba con ese dinero. Dijo Luis.

Lo lamento dijo mama temblorosa, en un acto de valentía dijo:

- No ha sido facil para mí tampoco, les di de comer, se los atendió bien. Tuve que soportar sus vulgaridades. Por qué me hacen esto?

Luis se le acercó un poco alterado, agarrando a mama del brazo y diciéndole en voz alta.

-Mira Clarita, si no puedo irme con dinero hoy al menos me llevaré algo. Nos diste de comer si, nosotros te podemos dar de comer también. Y no tengas duda que te vamos a dar de comer bien.

 -Que?! Dijo mama sorprendida, que dicen?


Luis no la dejo terminar de decir la frase cuando tiró fuerte de la camiseta de mama, rompiéndola.

-Se cree mejor que nosotros verdad?  Seduciéndonos con ese culo.

Aníbal le desabrochaba bruscamente los jeans.

-Ahora va a tener motivos para despreciarnos.

-No! Por favor paren.

Estaba en brasier, mientras Anibal le bajaba los jeans.
- Miren, trae puesta las bragas que hurgue ayer ajaj.

Como vamos a disfrutar con esto. Decía mientras le hablaba al oido.

Mama se resistía, forcejeaba. Estaba indefensa.

-Cerdos inmundos,  decia entre sollozos.
Esto solo los hacia enojar más.

Va a aprender a respetarnos Clarita. Ahora va a entender cuál es su lugar mujer.

Luis la tiró sobre el sillon, la estaban sobando por todos lados, manoseando todo su cuerpo.  Aníbal le sacaba ahora los zapatos con taco que tenía puestos, quedando descalza.

-Hasta los piecitos tiene lindos.

Aquellos tipos estaban por sacar la verga de sus pantalones cuando Ruben les grito.


-Deténganse!, dijo él. Poniendo orden.

Mama buscaba algo de compasión en aquel hombre, seguramente el cómo lider les ordenaría que detengan esta locura.

-Nos la follaremos por turnos, pero yo primero.

Mama lloraba, incrédula por lo que iba a pasar. Temblaba. Estaba siendo humillada en su  propia casa. Una vez más.

Ruben la sujeto y se la llevo a la habitación.

-Señora no haga esto más difícil. Mientras más rapido sea más rápido acabara, no querrá que su familia la vea así, ahora quítese la ropa!

Mama se desvistió con mucho pudor. Como había dicho anteriormente sus tetas no se quedaban atras. Estaban bastante firmes, si bien no eran enormes tenían un tamaño aceptable y unos bellos pezones rozados.  

-Las bragas también.

Se bajó las bragas hasta los tobillos, luego levanto cada pie para sacársela. Intentaba cubrirse con las manos. Se sentía totalmente vejada.


El no perdió el tiempo, se acercó y la besó mientras le agarraba una teta. Con la otra mano le sobaba el culo. La empujó y la tumbó sobre la cama. Se desabrochó el pantalón y sacó su verga que ya estaba dura. La abrió bien de piernas y empezó a penetrarla. 



-ohhh

De a poco subía el ritmo de las embestidas. Mama cerraba los ojos y miraba para otro lado, detuvo su viste en una foto familiar que estaba en la mesa de luz, mientras se preguntaba cómo pudo haber ocurrido esto.

 La madre de la foto ahora estaba siendo penetrada por un albañil. El la tomo del mentón e hizo que lo mire mientras la besuqueba. Mama no era como las mujeres que Rubén acostumbraba follar asi que trató de gozarla al máximo, disfrutaba mucho del coñito de mama.

-Oh si clarita, que apretada estas. Le susurraba mientras aumentaba la velocidad. Las tetas bamboleaban al ritmo de las embestidas.

Plaf plaf plaf. Se escuchaba desde el cuarto, Rubén le estaba dando duro a mama. Les costaba mucho esperar su turno a los otros dos. Estaban impacientes, ansiosos de follarse a Clara. Más aun cuando escucharon los gemidos de mama.

-ohhhh ohhhh.

Luis que era el más guarro, saco su polla y se la empezó a menear viendo unas fotos familiares mientras escuchaba como Ruben se follaba a mi madre, él también se follaría a esa mujer tal como quería en cuestión de minutos.

Plaf Plaf Plaf

Los ruidos se empezaron a acelerar y los jadeos a hacerse más fuertes hasta que Ruben acabó. Mama quedo tendida en la cama. Al rato el salió de la habitación diciéndole a Anibal que era su turno.
La estaban usando como una puta de burdel. A aquella ama de casa ejemplar, esposa fiel y madre amorosa.

Anibal entro a la habitacion con una mirada lujuriosa veia a mama, que estaba tendida en la cama desnuda.  Tenía una polla más gruesa, hizo que mama se ponga encima de el y lo montara, subía y bajaba despacio, arriba y abajo. Hundiendo su coño en la verga. No sin hacer una expresión de dolor.

-oh si. Sientes la verga de un verdadero hombre en tu estrecho coñito?

Ahhhh. Gemia ella,  mientras recibia esa verga en su coño.

Anibal  hizo que suba y baje más rápido. Se escuchaba como rechinaba la cama.

Tambien se escuchaban los suspiros y jadeos de mama. Despues de un rato ella cayo exhausta en la cama, él se puso de costado y se la folló en esa posición. Comentaba a disfrutar, la hacían disfrutar , Anibal le frotaba el clítoris y ella gemía mas fuerte. Disfrutando aquel pedazo y la follada que le estaban dando.



-No es muy fogosa, pero hoy saldrá de aquí sabiendo follar.

-Pues se ve que el pedazo de Aníbal la está haciendo gozar.

Tenemos que apurarnos antes de que la familia llegue. Luis aprovecho y entro a la habitación.

Estaba extasiado viendo a mi madre desnuda, viendo como esas tetitas rebotaban a las embestidas.
Se acercó a ella y le dijo.

-Estas disfrutando eh zorra?

Mama solo gemia, la vergüenza era mayor ya que ahora la observaba aquel pervertido.

Luis le estaba chupando el piecito, tenía la polla dura en dirección de mama. Por suerte para el, Anibal no aguantó más y se corrió bufando como un caballo.

Por fin llegó el turno de Luis, estaba desesperado, se abalanzo hacia la cama y clavo su verga en el coño de mama. Le puso una pierna al hombro y empezó a embestir,

-Para por favor, más despacio. Alcanzaba a decir ella.  



Esto pareció excitar más a aquel maldito que siguió dándole con fuerza, gozándola y haciéndola gozar a la fuerza. La puso en cuatro mientras le decía cosas al oido, agarrándola fuerte de las caderas.

 Se sentía triunfador, con una expresión de satisfacción en la cara se follaba a mama. Le dio un chirlo en la cola, la sujetaba de los hombros, de la cabeza, tiraba de su pelo.  Gozaba a la madre como si fuese una puta barata.  Parecía que la iba a partir en dos.

Ahhh ahhh. Voy a acabar. Miro hacia la mesa y vio la foto.  Con gran morbo la agarro, y acabo sobre la foto y el cuerpo de mama. Largando una gran cantidad de semen.

Ahhhhhh toma perra!  Si!

-Toma, para que te quede de recuerdo. Dijo tirando a un costado la foto, en ella el rostro de mama chorreaba semen.

Los otros dos se acercaron a la habitación para saludar a mi madre, Rubén tenía las ropas de mama y sus zapatos que trajo del living y los dejó  a un costado de su cama.

-Habías dejado tirado esto allá. Decía entre las risas de los demás.


 Mañana les pagarían el dinero, pero por hoy mi madre había pagado su jornal con su coño y los hombres no podían estar mas satisfechos.