jueves, 8 de diciembre de 2016

Capitulo 3: Mi madre, el pepinillo y el verdulero

Continuo con la serie de relatos de la historia "mi madre". Este capitulo fue el primero que comencé a hacer hace ya mucho tiempo. Espero que les guste.


"Luego de su despertar sexual y de redescubrir el placer a través de la masturbación mi madre acaba teniendo una inusual situación en la verduleria".





Aquellos pensamientos rondaban la mente de mi madre, la perseguían en cada instante. Ahora estaba en abstinencia sexual, y aunque intentaba negarlo no podía. La imagen de la polla de aquel tipo se le venia a la mente. Tal era así que cuando estaba en la verduleria, fruteria como le quieran decir, miraba de reojo un pepinillo. Este era grande y ancho, como una figura falica. Se relamía imaginando una polla gorda y grande como aquel pepino. Como una chiquilla adolescente no podía evitar sentirse cachonda por pensar en un pene, pero algo la interrumpió de ese trance.



- señora, se le ofrece algo mas? le decía el verdulero.

Mama haciéndose la distraída coloco las verduras que llevaba en su canasta en el mostrador para pesarlas.

- si, un momento, voy a llevar esto también. Dijo mientras agarraba también el pepinillo y lo ponía en el mostrador.

- Es grande no? le dijo el verdulero.

- si.. dijo ella no prestandole mucha atención.


Pagó las verduras, el tipo la ayudo a ponerlas en la bolsa y se dirigió a casa.

Al legar fue a la cocina y sacó las cosas de la bolsa, lavó las verduras y por ultimo el pepino. pudo sentir con sus suaves y delicadas manos el duro y largo pepino. Rápidamente lo puso en el estante de las verduras y se puso a preparar la comida. Mientras preparaba la comida veía de reojo el pepino, allí estaba, amenazante, a su espera.

Tenía la costumbre de escuchar la radio mientras cocinaba, en el aire estaba el programa de la sexologa, el tema era la masturbación femenina. Escuchaba atentamente todo lo que decía la sexologa, esto la ponía cachonda. Miraba de reojo el pepino nuevamente hasta que no pudo aguantar mas, dejó lo que estaba haciendo y se sentó en una silla. Apoyó su pierna en el respaldo, se levantó la falda mientras se descalzaba y su mano empezaba a tocar su zona prohibida.

Cerraba los ojos y lentamente se tocaba en la silla hasta que se bajó las bragas. se relamía mientras se tocaba. El coñito ya estaba mojado así que agarró el pepino y se decidió a hacer lo que deseó desde que lo compró. Para que negarlo, y así el pepino entraba en la vagina de mama, sus protuberancias le rozaban, le producía una sensación que la ponía mas cachonda, el pepino era tan grueso que no le entraba, su coño era estrecho...por ahora. pero la punta del pepino bastaba por ahora para darle placer, se imaginaba lo que seria tener una verga de ese tamaño en su coño. Con los dedos siguió estimulando su clitoris. después de estar un tiempo masturbándose miró el reloj colgado en la pared y vio que ya era mediodía, la comida aun no estaba hecha. Es difícil ser madre. Anoto el mail de la sexologa y le mando un correo electrónico con sus dudas.





A la mañana siguiente repitió el ritual, esperaba impaciente la hora en que nos vayamos para realizar su practica.


- Hoy en confesiones tenemos una pregunta de una ama de casa llamada Clara.

Licenciada es correcto masturbarse con un pepino?

Que haya leido al aire su pregunta la puso a mil, y se dio el gusto como ella se lo merecía. Estaba toda mojada , la punta del pepino entro sin problema, sin nadie que la interrumpa, se hizo la mejor paja de su vida.

Pude observar que mama estaba de buen humor ese día, pero poco le duro porque las cosas de la vida cotidiana la ponían molesta. Ya cerca de las ocho de la noche me pidió que vaya a comprar unas verduras, yo me negué diciéndole que era tarde y ya había cerrado la verduleria. Ella se fastidio y fue a hacer las compras.

Era una buena clienta de ese local y compraba habitualmente. De camino al local aprovechó y compro un par de cosas para la cena. En la verduleria atendía un muchacho y ya estaba cerrando por el horario.

Al verlo mama sonrió y dijo.

- Hola, necesitaría comprar algo rápido por favor.

- Pase tranquila señora, no hay apuro.

El la vio que estaba con las bolsas de las compras y la dejo pasar, cerro la persiana para que no entre nadie mas.

Si, señora dígame que va a querer.

- Bueno, necesito medio kilo de batatas, media docena de huevos y bananas, que estén maduras por favor.

El verdulero peso las batatas, envolvió los huevos pero le dijo que las bananas que estaban en el cajón de verduras estaban un poco verdes. Que se iba en el deposito que seguro tenia mas mercadería.

-Señora venga un minuto. le dijo desde el deposito.

Mama fue ingenuamente al deposito de mercadería. que era la parte de atrás del local. Sonaba una radio de fondo e incluso había un colchón en una esquina.
- Aquí tengo frutas frescas. Mire estas bananas, pruebe. Le dijo entregándole una para que deguste.

Ella de manera jovial, agarro el platano y abriéndolo mordió la banana.




mmmm que rica! Decía mama mientras comía la banana ante la atenta mirada del vendedor. 

-vio señora que grande son? mi mercadería es de máxima calidad. 

si, son enormes. bueno, voy a llevar eso porque estoy un poco apurada, tengo que preparar la cena.

- No va a llevar nada mas mami? siempre tan ocupada corriendo de un lado a otro.

.Así es la vida de una madre. 

-que pena que una mamita tan guapa tenga que vivir así.

Mama hizo una sonrisa de compromiso y se agachó como hace siempre, mostrando el culo, para agarrar las bolsas con las verduras. Se dirigió para la salida, pero él desde atrás se le acercó y le dio una suave nalgada en el culo.

- Pero que hace?! se volvió loco?? dijo mama indignada.

- Ah pero si este culo es como un tomate mami. 

-Que esta diciendo?? no le voy a permitir que me hable así".

-Mire bien señora. Dijo el verdulero mientras se bajaba el pantalón. Mama no podía pronunciar ninguna palabra, sin creer lo que estaba pasando.

Se bajó el pantalon dejando al descubierto su polla. Estaba flacida, pero tenia un buen tamaño.

Mama quedo en estado de shock al ver la verga de aquel hombre, su corazón latía a mil.

- Le gusta esta banana mami? Aqui tiene, deguste tranquila esta también. Decía mientras subía el volumen de la radio.

Que? no, de ninguna manera. fue lo único que alcanzo a reaccionar mama.

El se acerco y la empezo a manosear, le sobaba las tetas, y por supuesto tocaba su gran culo.

- Tranquila mami que le va a gustar.

Ella dejo caer las bolsas cuando el le empezó a besar el cuello. Aprovechaba que mama no podía reaccionar para agarrarla del brazo y llevarla hacia el colchón.

Pero primero la sentó encima de un cajón de verduras, le corrió un poco las bragas y acerco su dedo a la vagina de mama, acaricio el clitoris y metio el dedo, de a poco fue incrementando el ritmo. Pudorosa como siempre, quiso resistirse, pero esa sensación era muy agradable, ya no quería resistirse y dejo que todo fluya.

Fue por mas y le saco las bragas, comenzó a comerle el chocho. Era un maestro en eso, pasaba su lengua por todo el sexo de mi madre. Ella extasiada, se retorcía, contorneaba, el la sobaba con las manos, tocando sus tetas. Ella abría y cerraba sus piernas por los espasmos que le generaba. Estaba en su climax, el le chupaba la concha, metía el dedo. Sabia lo que hacia. No tardo mucho tiempo en hacerla acabar.

Luego la llevo al colchon, e hizo que se abra de piernas. Mama obedecía deseosa de que la penetre.

-ohhh si, asi quiero sentirla toda.






Se la metió y comenzó a penetrarla a un ritmo vigoroso, ella estaba entregada y se la follaba a su antojo. Alteraba el ritmo, gozandola y haciéndola gozar. Mama gemía y disfrutaba desinhibidamente.

-vio que la iba a gustar mami? ya no esta preocupada por hacer la cena?

- no, que se joda la cena. Por favor dame mas.

Pero estaba preocupada por hacerle la cena a sus hijos.

- Que se jodan mis hijos. Fóllame. decía mama en un estado de éxtasis.

Y si que se la folló pero no iba a terminar ahí, el causante de todo se haría presente, luego de parar un minuto. El se dirigió a un cajón y saco algo, un pepino, uno como los que ella se había insertado anteriormente.

Esto la puso a mil, estaba en verdad insaciable. Con una expresión de total satisfacción la masturbó con el pepino. Mama volaba de excitación recordando como se masturbaba en la cocina. Le bajó la blusa dejando las tetas de mama al aire. Las manoseaba y las chupaba. Luego, el se la metió un rato mas hasta que le acabo dentro.

- Mami, cuando quiera tiene frutitas y verduras gratis. Dijo con un tono de complicidad.

Mama sonreía aun tumbada en aquel colchon, agotada por la follada que le habían dado.

Me estaba preocupando de que mama haya tardado tanto, pero por suerte volvió con las bolsas de las compras. llevaba una sonrisa en la cara. y con buen humor se puso a preparar la cena.



FIN





Espero que les haya gustado, comenten. Próximamente se publicara el siguiente capitulo de esta apasionante historia.